miércoles, 10 de julio de 2013

MARIPOSAS

Conocemos por mariposas al grupo de los lepidópteros. Las polillas son sólo algunas de las especies de mariposas nocturnas (heteróceros), en contraposición a las diurnas (ropalóceros). En la acepción dada por la Real Academia Española,[1] polilla se refiere solamente a los lepidópteros que se alimentan de lana, tejidos, pieles, papel, etc., especialmente los de la familia Tineidae, no incluyendo al resto de las mariposas nocturnas, como sí se suele asociar popularmente.
Las mariposas y las polillas son insectos pertenecientes al orden Lepidoptera. La sistemática de las mariposas les otorga un origen, como grupo, monofilético, generalmente denominado Rhopalocera, el cual es un suborden que agrupa a distintas superfamilias: Papilionoidea, Hesperiidae y Hedylidae.[2] A las mariposas nocturnas se las agrupa en el suborden Heterocera. No obstante, otros esquemas taxonómicos clasifican a las mariposas en el suborden Ditrysia, dentro del cual se encuentra la superfamilia Papilionoidea, lo cual ignora a las polillas. Ninguno de ambos esquemas es perfecto, por lo que los taxónomos aún debaten la estructura del taxón. No obstante existen algunos aspectos que definen diferencias entre mariposas y polillas, ya relativos a su morfología, y a su comportamiento.
Comúnmente se denomina mariposa a cualquier lepidóptero, ya sean mariposas diurnas (Ropalóceros) o polillas -mariposas nocturnas- (Heteróceros)[3] [4] o mariposas muy pequeñas (Microlepidópteros).[5] Son muchos más comunes las polillas, que representan un 90% de las más de 170.000 especies conocidas.[6]
Cabe decir que las distintas familias no se fijan frecuentemente en si los ejemplares son de actividad diurna o nocturna, de manera que el término polilla no siempre se puede asociar a mariposa nocturna, pero sí a heterócero.[7]














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