ATALAYA DE SANTA EULALIA LA MAYOR

Concierto en la Atalaya

Santa Eulalia La Mayor

Algunas personas esperaban este día con ilusión y ganas de ver cómo la gente de otros lugares se acercaban a visitar su pueblo, pues había un  buen pretexto para acercase a Santa Eulalia y cómo no hasta su Torreón del siglo XI. Ese punto tan importante para muchos ahora y en tiempos pasados mucho más, pues no podemos olvidar que el Torreón lleva muchos siglos sirviendo como estratégico punto de vigilancia, así como un excelente mirador desde el que se admiran esas vistas tan impresionantes que desde él se divisan, ya se mire a la sierra o para el llano de Huesca. Por eso no es de extrañar que el programa Ciclo “Puertas Abiertas”- Comarca de la Hoya de Huesca preparara un concierto de música de gaita. El lugar  no cabe duda que es muy apropiado para ese instrumento y sus peculiares sonidos musicales.

Los que conocemos bien este emplazamiento, no nos llevamos sorpresa alguna cuando ese día soplaba un fuerte viento, tanto que apenas se escuchaba la música, aparte lo desapacible que resultaba estar en el entorno de la Atalaya. Hubiese estado mucho mejor haber trasladado el concierto a la ermita que hay en el mismo lugar y así la gente hubiese estado más confortable y el artista también. Es la opinión de muchos que ese día se acercaron a  escuchar el concierto.

Menos mal que, para mejor soportar el frío, los vecinos de Santa Eulalia prepararon una gran merienda para todo aquel que se quiso acercar a las mesas repletas de buenas viandas. Hay que dar la enhorabuena a esas personas que pusieron su empeño y trabajo en que no faltase de nada y la verdad sea dicha, comida y bebida no faltó, y mucho menos las ganas de probarlo todo. Al mismo tiempo se dio las gracias al Ayuntamiento por su decidida ayuda en rehabilitar la parte alta del Club Social, puesto que algunos vecinos  desean que se use esa dependencia como centro infantil y juvenil en la que poderse, reunir hacer y programar actividades, con niños y mayores.

Y con la gran merienda y con mucho frío, nos despedimos de Santa Eulalia y de sus gentes, a las que desde aquí animo para que no dejen de llevar a cabo todas sus ilusiones y proyectos.