La amapola se ha asociado a la agricultura desde épocas antiguas. Su ciclo de vida se adapta a la mayoría de los cultivos de cereales, floreciendo y granando antes de la recolección de las cosechas. Aunque se la considera una mala hierba es fácil de combatir con los habituales métodos de control de plagas.
Las hojas son levemente venenosas para los animales herbívoros. Las hojas verdes frescas (antes de la floración) pueden cocinarse como las espinacas y son muy apetecibles, con un sabor característico, perdiendo las propiedades venenosas al cocinarse, aunque con efectos sedantes por los alcaloides que contiene, por lo que su consumo como alimento ha venido decayendo en el sur de Europa. Las semillas son inofensivas y a menudo se utilizan como condimento y en bollería mientras que los pétalos se usan para elaborar siropes y bebidas no alcohólicas. La savia, pétalos y cápsulas contienen rhoeadina, un alcaloide de efectos ligeramente sedantes, a diferencia de la especie Papaver somniferum (adormidera u opio) que contiene morfina. El consumo excesivo puede causar molestias intestinales, y hasta dolor de estómago.
Las hojas de esta planta son uno de los ingredientes del preboggion, mezcla de hierbas típica de la cocina de Liguria, Italia.
Datos de: Wikipedia
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