HISTORIA DEL SANTUARIO

A corta distancia del pequeño pueblo de Castilsabas, provincia de Huesca, está situado en un paraje llano y rodeado de olivos a las orillas del riachuelo Pietro o Canera ( que se llamo en la antigüedad) y próximo a la carretera recientemente construida, lo cual hace que su ida desde la población sea sumamente cómoda y digna de ser visitada esta urna de los encantos de nuestra sierra y de los amores de las gentes sencillas del Abadiado de Montearagón.

El año 1101 se engendro una enfermedad en las criaturas recién nacidas, que morían muchísimas, tanto que no quedaban sucesores, y para remedio de tal calamidad se juntaron los lugares de Castilsabas, Santa Olaria, Loporzano, Barluenga, Sasa, Bandalies, Ayera, Sipan, Almunia del Romeral, San Julian, Chibluco y Loscertales, los que eran de la Real Casa de Montearagón á hablar con el abad  Ximeno y sus canónigos, reclamando a ellos de que se hiciese una procesión a la Virgen del Viñedo, para que fuera intercesora con Dios cesara la enfermedad, y para ello se previno  se trajeran  en dicha procesión  las reliquias de San Vitorian y asistieron en ella el abad y canónigos y se dijo la Misa de pontifical. Todo lo dicho se prueba en  lo que se  halla escrito en el antiquísimo libro que tiene dicha casa de Montearagón Y con esto, como ceso dicha enfermedad en breve  tiempo y convinieron se hiciese voto y promesa de ir todos los en procesión, día de San Felipe y Santiago a la ermita de Nuestra Señora del Viñedo, se dio principio a dicha procesión y voto el año 1116, se  continua y conserva hasta el día presente.

P. Faci se hace eco respecto al origen de esta ermita del Viñedo. Según él, la imagen de Nuestra Señora se apareció á un niño que estaba pastoreando unos ganados, llamado Matías Guevara que solo contaba diez años de edad, al cual le mando la Virgen  que avisara de su aparición á los vecinos de Castilsabás, y para que fuese creído de ellos le dio como señal que tendría unida la palma de la mano derecha a la mejilla sin que nadie se la pudiese separar hasta que diese aviso y fuera creído, como así sucedió. 

Entonces fueron los de Castilsabás en procesión con los pies descalzos á donde les dijo el niño, y en el mismo sitio levantáronle una pequeña ermita. Este hecho  debió ser á principios del siglo XI, pues en la donación que hizo Sancho Ramírez á Montearagón del pueblo de Castilsabás, ya se dice con sus iglesias y ermitas, entre la que se contaba ésta.