lunes, 30 de diciembre de 2013

SOLO COMEN CARNE MUERTA



¡CON FRIÓ!

TAMBIÉN COMIERON LOS BUITRES

El día 26 de diciembre –jueves- hizo una mañana muy desagradable por el fuerte viento y la bajísima temperatura. Pero aun así fui con mi invitado ruso para que viera el espectáculo tan impresionante que supone ver a los buitres descender a comer.

Son cuatro las personas encargadas de echarles comida, así como de anotar las marcas que llevan algunos de ellos, puesto que con esta labor, colaboran con distintos organismos oficiales para llevar un control de los lugares donde se mueven estas aves y de paso, constatar el lugar de origen de algunas de ellas, como es el caso de un buitre marcado en Portugal y otro en Francia.

Ni el frío ni el fuerte viento les impidió descender y posar para todos nosotros. Además puedes mezclarte con ellos sin ningún peligro, (eso si no llevas carne a la vista), pues son rápidos en detectarla y no se andan por las ramas para quitártela. Yo que estoy muy acostumbrada a verlos y a mezclarme con ellos, cada vez que asisto al trabajo de darles de comer, sigo estando recelosa de sus movimientos y acciones, pues estas grandes aves impresionan al tenerlas tan cerca. Son rápidas en sus movimientos  y no se asustan fácilmente, puesto que han cogido tal confianza, que te rodean y te siguen allá donde vayas como perritos falderos.

Se echa 300 kilos aproximadamente de comida en buen estado, recogida en varias carnicerías de Huesca. Hay veces que nada más ver el coche de Luis arrastrando el carro de la comida,  se te posan encima y casi no  dejan ni sacar la carne del carro.

Es tanta su hambre, que hay que espantarlos para poderla extender, pues si no se hace así, se amontonan unos encima de otros con peligro de asfixiarse.

Es  una buena labor la que desarrollan estos fotógrafos de buitres, aun a sabiendas de que algunos no opinan lo mismo. Aunque no se crea lleva mucho trabajo, pues no solo es echarles de comer, si no que hay que recoger después todos los huesos que han dejado, bien radidos y esparcidos, por todo el terreno.

Algunos pensarán que es una pérdida de tiempo y que no tendrán otra cosa que hacer para dedicarse a eso. Pues sí que tienen otras cosas que hacer. Pero a ellos les gusta y se sienten muy  satisfechos de la labor realizada. Y pensándolo bien, ¿qué harían todos esos buitres si un día a la semana no les pusieran comida a su disposición? Pues no lo sé, pero lo que sí está claro para mi, es que estos amigos realizan un buen trabajo, les gusta la naturaleza, las aves y sobre todo poder observar y sacar buenas fotos de cuanto se pone al alcance de sus cámaras, ya que al ser miembros de la Asociación Fotográfica Oscense de Naturaleza (AFONA), su objetivo es  hacernos partícipes de unas inusitadas imágenes captadas desde su encomiable labor fotográfica.

Como no me fió cuando voy con la comida, yo siempre con el palo, por si acaso alguno se desmanda.
No dejan ni una miguita, dejan tan limpio el pozal que casi reluce.
Con el carretillo se extiende muy bien, lo difícil es llegar al sitio que tu deseas echar la carne.
Por mas que lo intento evitar, ellos insisten en no dejarme llegar al sitio.
Con la ayuda de estas chicas tan guapa, la labor dura se lleva mejor.
Esperanza Martinez, atrevida fotógrafa y admiradora de estas grandes aves.



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